Al comenzar setiembre, con las brisas que dispersan el polen, la sucesión de estornudos incubados en las madrugadas gélidas y el canto de los pájaros que se anticipan a los despertadores, es decir, los inconfundibles signos de una primavera en ciernes, el presidente de la república redobló sus actividades preferidas: inauguró un salón-despensa en la escuela de Villa Sara, Treinta y Tres (cinco selfis); entró en Cerro Largo por la ruta 96, donde cortó la cinta de nuevos postes telefónicos (una selfi) y dejó habilitado un camino vecinal cerca de Tupambaé (dos selfis); retrocedió a la ruta 8, la remontó hasta Isidoro Noblía, donde inauguró tres estanterías en un centro de lectura (cuatro selfis), llegó a Aceguá justo para poner en funcionamiento los inodoros enanos de un centro CAIF (como diez selfis, de los niños y de las mamás), dejó instalado un curso de guardarrieles en Melo (dos selfis), y no se sabe cómo apareció en la explanada del parador Fito, en Canelones, para inaugurar un tramo –corto pero, eso sí, de doble vía– en la ruta 8 (innumerables selfis). En Canelones, el presidente reiteró lo dicho antes en Treinta y Tres y Cerro Largo: «¿Cuándo el Frente hizo tanto?».
El intenso itinerario de Luis Lacalle Pou
Dinamismo
Artículos relacionados
Con la senadora electa Constanza Moreira
«Hay que parar el proyecto Neptuno»
Los desafíos para la coalición de izquierdas después del paréntesis
Volver al futuro
Centrismo y consensualismo como problemas a largo plazo
La mediocracia centrípeta
Con Cristina Lustemberg, senadora electa por el Frente Amplio
«No se puede seguir con un modelo de salud en el que los beneficiarios son las instituciones y no las personas»
Edición 2036 Suscriptores
El oficialismo digiere el resultado y no existe postura unánime sobre lema común en 2029