El gobierno estadounidense incrementó en la última semana las presiones para que los palestinos acepten reanudar las negociaciones de un supuesto “plan de paz” que incluiría una federación con Jordania, pero del que Israel no participaría. Una iniciativa que las autoridades palestinas rechazan.
La administración del presidente Donald Trump anunció el lunes pasado el cierre de la oficina diplomática en Washington de la Organización para la Liberación de Palestina, alegando que, según el departamento de Estado, la Olp “no ha tomado las medidas necesarias para favorecer la reanudación de negociaciones directas con Israel”.
El negociador palestino Saeb Erekat respondió en un comunicado que “los derechos del pueblo palestino no están a la venta y no sucumbiremos a las amenazas de Estados Unidos...
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