Alcanzar la Presidencia en Uruguay cuesta más que en cualquier otro país. A la luz de los resultados de las elecciones nacionales, la segunda vuelta surge innecesaria para muchos actores políticos. Y más que una modalidad destinada a garantizar la legitimidad del elegido, es vista como el residuo de una institucionalidad que en sus orígenes pretendía salvaguardar el triunfo de los partidos tradicionales. Hoy son varios, y no sólo los frenteamplistas, los que hablan de reformar la Constitución, porque las actuales mayorías electorales no justifican la permanencia del balotaje como fue concebido.
Actualmente gran parte del sistema político discute la pertinencia del balotaje, o al menos las condiciones que obligan a una segunda vuelta para elegir el presidente.
El nuevo sistema electoral uru...
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