El bondi nuestro de cada día - Brecha digital
Edición 1399 Suscriptores

El bondi nuestro de cada día

Al llegar a Ejido, el 103 a Villa García ya se llenó. No es una hora pico, pero puede tener que ver que la selección juega en un par de horas. Los pasajeros apuntan la cabeza estrictamente hacia afuera, como imposibilitados de girarla hacia el pasillo. El bondi se mueve lento, fiel representante de la media de velocidad de su especie en el centro de Montevideo, entre los seis y los ocho quilómetros por hora. Casi como ir caminando. Que sería una opción a considerar si no fuera porque el destino está a más de veinte quilómetros.   Un elemento clave es la dimensión temporal. La actitud de abandono del propio tiempo que el bondi va generando en los usuarios, esas horas muertas matizadas a veces por un libro o por auriculares. Imagine que vive en Villa García, o en Paso de la Arena y e...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Cultura Suscriptores
Los diarios de Patricia Highsmith

Honestidad brutal

Cultura Suscriptores
Estrenos de La Escena

Ventana a otros universos

Cultura Suscriptores
Sobre Vaciados sonoros, de Santiago Dieste

Unión entre raíces

Críticas Suscriptores
Libros. Cuentos, fantasía, violencia

Vomitar la rabia

Edición 1949 Suscriptores
Medios y guerra III

Guerra, mentiras y video