El senador Guido Manini es un hombre insistente: cuando impulsa una idea, no afloja. El lector estará pensando en la resurrección de la ley de caducidad, en la destitución del fiscal de Corte o en aquello más trillado de dar vuelta la página. Pero, seguramente, no tiene elementos para juzgar la obsesión del general con la ruta 6, ese trayecto vial absolutamente estratégico que nace en Montevideo y termina en Rivera (o viceversa), 450 quilómetros de ruta que atraviesan los departamentos de Canelones, Florida, Durazno, Tacuarembó y Rivera, y terminan en Paso Real sobre el arroyo San Luis, en la frontera con Brasil, uniendo zonas agrícolas y lecheras que vuelcan su producción en el sur. El interés del general está centrado en el tramo que va de Sarandí del Yi a la frontera, cuyo estado va pas...
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