Centenario es el nombre de 1.500 personas, 2 mil solares, años de historia, un ferrocarril, un puente macizo que atraviesa un río engañoso que hace creer, con su ancho y sus curvas, que Uruguay es grande. Grande como Tacuarembó, de donde podría ser Centenario, si el Río Negro, con su opulencia, no se posara entre Paso de los Toros y este pueblo. Centenario lleva el nombre en letras naranjas y tiene en su entrada la estatua de un indígena. Hasta tiene su propia canción, compuesta por Enrique Gómez: “Por eso lo premia el sol, es pura naturaleza, porque Dios con su nobleza hizo un gran escenario”.
Centenario
son 150 niños que asisten cada mañana a la escuela número 39 y los jóvenes que
cruzan en bicicleta hacia el otro lado, hacia Paso de los Toros, entre la
neblina que todo lo tapa, acorrala...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate