Parte del directorio de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh) recibió el martes pasado a un grupo de vecinos que se verán afectados por el proyecto del Ferrocarril Central. Hace alrededor de tres meses unas veinte personas presentaron una denuncia ante el organismo planteando los impactos que sufrirán a raíz del pasaje de los trenes que trasladarán la carga de la nueva pastera de Upm (véase “El tren de los desvelos”, Brecha, 11-I-19). A partir de entonces la institución mantiene abierto un expediente en el que recopila información sobre los diferentes problemas planteados.
En la reunión, los directores Josefina Plá, Wilder Tayler y Juan Faroppa escucharon durante alrededor de dos horas a los vecinos, que volvieron a presentar información sobre el ferrocarril.
Desde el directorio de la Inddhh afirman que se trata de un caso complejo en el que también tienen que escuchar “la otra campana”. En este sentido, sostienen que continuarán reuniéndose con las autoridades a cargo del emprendimiento para poder adoptar una postura sobre el tema (que, insisten, no es vinculante).
Tayler asegura que el directorio aún no sabe cuándo podrá terminar de asimilar la información y pronunciarse. En tanto, es de esperar que en estos días la Dirección Nacional de Medio Ambiente otorgue el permiso al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para que las obras comiencen próximamente.
Por su parte, quienes viven cerca de las vías siguen golpeando las puertas de distintas organizaciones e instituciones y reuniéndose para definir las características de los recursos que presentarán ante la justicia si se concreta el permiso ambiental.
Los vecinos reclaman que se tomen medidas para evitar que sus derechos se vean vulnerados. El martes acudieron a la cita en la Inddhh con carteles que, señalan, les hicieron dejar a un lado al ingresar al organismo. El más grande decía: “Prevenir es antes”.