Las primeras señales de que la economía se enlentecía se divisaron en el transcurso del segundo semestre de 2022. Luego de una primera mitad de año excepcional, en la que la economía promedió ocho puntos de crecimiento, apuntalada principalmente por la normalización de la actividad, la demanda externa de productos agropecuarios y algunos proyectos de inversión, los datos de los segundos seis meses del año mostraron que aquellas cifras eran más bien circunstanciales y no se mantendrían por mucho tiempo. La incidencia negativa de algunos rubros, como la ganadería, que supuso una menor producción en la industria frigorífica, una disminución en la remisión de leche a las plantas y una caída en la exportación de ganado en pie en comparación con el mismo período del año anterior empujaron a la b...
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