De no haber sido por la abierta intromisión de Estados Unidos en la política paraguaya, el poderoso político y empresario Horacio Cartes investigado por contrabando de cigarrillos, lavado de dinero y conexiones con organizaciones consideradas terroristas, quien fue presidente de la República de 2013 a 2018, hubiera podido regresar sin muchos problemas a ocupar el gobierno, a través de su delfín político, Santiago Peña. Pero una controvertida operación política internacional se propuso, si no a impedirlo, por lo menos a hacerle el retorno más difícil.
Hasta mediados de 2022, la mayoría de los paraguayos hubiera asegurado que la vuelta de Cartes al gobierno en las elecciones de abril de 2023 era imposible de evitar. Aunque la Constitución, en su artículo 229, establece que los presidentes no...
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