Bastante conocido como tecladista desde hace casi cuatro décadas, Andrés Bedó esporádicamente actúa como solista y presenta trabajos autorales. Lo hace en forma quieta, sin estrépitos, consciente de manejar recursos totalmente por fuera de la agenda estética de cualquier grupo que ande por la vuelta. Esos trabajos casi secretos, por ahora, fueron descubiertos por relativamente pocos, pero están ahí, propuestos para el que quiera aventurarse por una de las mentes musicales más curiosas, personales e intrigantes del medio uruguayo y más allá.
Nacido en 1959, Bedó empezó a aparecer como tecladista hacia 1980 en discos de música popular uruguaya. Era solvente, ecléctico, tenía buena base jazzística, era un excelente improvisador y sentía curiosidad por una amplia gama de estilos, estaba bien e...
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