Recuerdo en forma vívida el impacto de la música de Merry Christmas, Mr. Lawrence (1983), de Nagisa Ōshima. Obviamente, era un must la nueva realización del director de El imperio de los sentidos (1976) y El imperio de la pasión (1978). Incluía la curiosidad de lidiar con un campo japonés de prisioneros occidentales durante la Segunda Guerra y estaba protagonizada por dos estrellas de la música: el prisionero británico era David Bowie, a quien conocíamos y admirábamos, y el comandante del campo japonés era ese tal Ryūichi Sakamoto, de quien en Brasil jamás habíamos oído hablar. El tercer actor más importante se llamaba Takeshi Kitano, pero esto no tenía todavía el menor significado. Ahora bien: la banda musical también era de Sakamoto, de modo que el motivo de aquella fama nos quedó claro ...
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