El pacto para pagar parte de la deuda externa alcanzado finalmente por Alberto Fernández contó con el apoyo decisivo del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y fue bien recibido por economistas de la gestión anterior. Además de un ahorro en las cuentas públicas, permitirá la vuelta del país al circuito crediticio.
Casi 30.000 millones de dólares de ahorro para Argentina implica el acuerdo hecho el lunes 6 por el gobierno con los grupos de bonistas privados Ad Hoc, Comité de Acreedores de Argentina y Grupo de Bonistas del Canje. Permitirá que el país abandone el default, regrese a los mercados financieros internacionales y se encamine, el 24 de agosto, a cerrar la letra chica: cómo se darán los pagos acordados.
Hasta ahora el acreedor estrella –el malo de la película...
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