El descontento de los académicos de todo el mundo crece frente a un modelo de comunicación científica regido por el negocio millonario de las revistas “de alto impacto”. Actualmente pugnan por sobrevivir en un medio en el que la lógica de trabajo se está pareciendo demasiado al más simple de los intercambios mercantiles, y en el que se imponen agendas y se determinan ciertas lógicas de evaluación. Uruguay pone las barbas en remojo en un escenario cada vez más tensionado.
Al finalizar la
videoconferencia, los asistentes no dudaron en aplaudir de pie. Mientras lo
hacían, miraban la gran pantalla de la sala, en la que un primer plano de
Alexandra Elbakyan devolvía, desde el otro lado del mundo, una tímida sonrisa
en delay. El evento –que sucedió en la Facultad de Información y
Comunicació...
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