Una mujer uruguaya que lanza su primer disco es una revolución, un triunfo de trabajo duro y muros derribados. Dos de ellas juntas tienen el poder oxigenador de una acacia, amarilla y brillante, que alimenta pulmones alrededor. Si a esto le sumamos que esas mujeres son de origen afro, entonces ese disco es un tesoro, el fruto nacido del combate amoroso, de la libertad ganada a pulso. Iguales y libres se llama el primer disco1 de Las Hijas de Mandela, dúo integrado por Claudia Rojo y Leticia Ramos, dos artistas afrouruguayas, fundadoras e integrantes de Más Músicas, el colectivo de mujeres y disidencias que busca la equidad en el ámbito musical uruguayo y que está organizando de forma autogestionada el primer Encuentro de Mujeres Músicas Uruguayas para el 15 de junio de este año.
La primera de las nueve canciones que lo componen es “Llama africana”, que deshace el silencio y lo convierte en swing. “Una locomotora insaciable, esas son las hijas de Mandela”, dice una parte del estribillo de este tema que mezcla funk, candombe y rap con armonías que parecen salidas de lo más profundo de la tierra. Tras esa explosión de sabor sensible, llega un melancólico “Candombe pa’ahuyentar las penas”, que invita a sanar el dolor con el canto como remedio fundamental. En “Luna Lena” suena una ternura graciosa, casi infantil. Es una canción de amor que le escribe Leticia a Lena, su hija, que además canta como invitada. Más adelante, en el track 8, “Encontrate”, es Claudia quien homenajea a su hijo, Dante, que también participa como invitado en su canción.
Solamente dos de las canciones del disco no están compuestas por las integrantes del dúo. Una de ellas es “Curate Negra”, de Sebastián Rivero, que en las voces de estas mujeres suena como un canto sororo, un abrazo de amigas que se aman y se cuidan. La otra excepción es una versión muy libre de “War/No more trouble” (Bob Marley), que además de estar parcialmente traducida al español, incluye un fragmento de “Free Nelson Mandela”, de The Specials, una banda británica de ska que poseía una visión antirracista y de unificación por la libertad. Sobre el final del track, la mezcla de sonidos y sensaciones recuerda un poco la oscuridad y el encanto de Pink Floyd. Esta no es la única vez en la que se hace referencia a Mandela (más allá, por supuesto, del nombre del dúo), sino que su nombre se repite en varias ocasiones, siempre asociado a la reivindicación de los derechos, a la libertad. Es que estas dos mujeres cantando son revolución, son pájaro.
La producción artística del disco estuvo a cargo de Santiago Bolognini, que también se desempeñó como bajista, contrabajista, tecladista y pianista ocasional. Gabriela Ramos, Leticia Lonchar y Fernanda Bértola están invitadas en chico, repique y piano en algunas canciones.
Las Hijas de Mandela se presentarán el próximo viernes 3 de mayo en la sala Blanca Podestá del teatro de Agadu, acompañadas de su banda, formada por Diego Palmerola en batería, Álvaro Ubiría en guitarras y Federico Ucha en bajo, todos ellos participantes del disco. Ojalá nacimientos como este inspiren a otras artistas a concretar sus obras, a transformar sus sueños en una fuente de trabajo. Que cada vez sean más las mujeres sobre los escenarios.