Donald Trump prometió que desde el primer día de su segundo mandato presidencial, entre otras cosas, pondría fin a las guerras en Gaza y Ucrania, forzaría a China a firmar acuerdos comerciales, encararía la anexión de Canadá, la adquisición de Groenlandia, la reocupación del canal de Panamá y, por si eso fuera poco, lograría una rebaja de los precios que pagan los consumidores por la comida, el cuidado médico, la vivienda y los automóviles.
Trump también dijo que desde el primer día en la Casa Blanca actuaría como un dictador. Y eso, sí, al menos lo ha intentado.
El presidente ha firmado casi 160 decretos que van desde la cancelación de las restricciones en la exploración y la explotación de hidrocarburos en Alaska hasta la derogación de medidas adoptadas por su predecesor, el demócrata Jo...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate