Contra la difusión de los Pandora Papers se han hecho muchas críticas. Algunas de las más comunes: que dueños de no pocos de los medios, o los propios medios que los publicaron (a estos papeles como a otros: los de Panamá, de Luxemburgo, de Suiza, etcétera), han colocado capitales en paraísos fiscales. También que es curioso que las denuncias involucren solo a algunas guaridas fiscales y no a otras; que se mencione, por ejemplo, sobre todo a aquellas que están ubicadas en el sur y poco se diga de otras que funcionan en los propios países centrales. O que, cuando se alude a edenes que sí están en territorios de los países centrales, por ejemplo, en el estado estadounidense de Dakota del Sur, justo se da que ese estado, relativamente recién llegado a estas lides, compite con otros del mismo ...
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