Y, finalmente, llegó el día. El capitolio tropical tuvo su 8 de enero. La asonada ultraderechista sobrepasó las pantallas y las redes sociales para invadir la plaza de los Tres Poderes, centro neurálgico de Brasilia. El mismo escenario que una semana antes había atraído la atención mundial con la multitudinaria asunción del presidente Luis Inácio Lula da Silva volvió a ocupar las portadas de los principales diarios del mundo con las hordas que depredaron los principales edificios de la república: el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF). Se trató, en muchos casos, de personas llegadas al Distrito Federal en ómnibus provenientes de varios estados −en su mayoría de los campamentos frente a los cuarteles militares que mantenían desde que se supo el res...
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