Jorge Díaz se apresta a cumplir nueve años al frente de la Fiscalía General de la Nación. Cuando falta un año para que culmine su mandato, Díaz dice que cumplió con todos los objetivos que se propuso al iniciarlo y que la Fiscalía tuvo un cambio de 180 grados en comparación con el día que asumió. En particular, se consolidó como un servicio descentralizado, con autonomía suficiente para implementar el sistema acusatorio, una reforma procesal penal que –a su juicio– revolucionó el sistema de administración de justicia.
Eso implicó «cambiar el ADN de la institución» y procesar un fuerte recambio generacional en el cuerpo de fiscales –la mayoría de los cuales ingresaron, por concurso, durante su gestión–. Según Díaz, sin estos cambios sería imposible aplicar el actual Código del Proceso Penal...
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