Estaba detenido hacía casi tres años y medio y todavía tenía diez más para purgar, pero este fin de semana Leopoldo López, líder del partido de extrema derecha Voluntad Popular (VP), dejó de ser un “preso político” o un “político preso”, según la definición que se eligiera. El Tribunal Supremo de Justicia decidió canjear “cárcel por casa” “por razones de salud”, y a partir del sábado 8 López cumple su sentencia a domicilio, lo mismo que sucedió con otros dos dirigentes opositores detenidos tras las protestas de 2014, que dejaron 43 muertos: Antonio Ledezma, ex alcalde metropolitano de Caracas, condenado por conspiración, y Daniel Ceballos, ex alcalde de San Cristóbal y alto dirigente de Voluntad Popular.1
Visto el estado físico de López (“perfecto”, según sus propios familiares), las razon...
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