Los más eruditos lo conocen como un buen historiador de la economía, pero la celebridad del profesor Carlo Cipolla (1922-2000) llegó cuando publicó un aporte fundamental al conocimiento de la especie: Las leyes de la estupidez humana.* Los humanos, como los gusanos o los elefantes –argumenta Cipolla–, tienen su carga de molestias y fastidios en la vida, pero cuentan con un grupo especial de individuos –los estúpidos–. Más poderoso que la mafia o que el complejo militar-industrial, ese grupo no tiene jefe ni presidente, ni siquiera está organizado, pero funciona perfectamente como tal. Cada miembro por su propio accionar amplifica y hace más eficiente la acción de los demás. Cipolla aclara que no es cínico ni derrotista, sino que su obra es “el resultado de un esfuerzo constructivo cuyo ob...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate