Con la grabación de «Chega de saudade» por João Gilberto, en 1958, llegó la bossa nova. En 1963 ya era todo un fenómeno en Estados Unidos. En 1962 había habido un apoteósico espectáculo con todos los popes del movimiento en el Carnegie Hall. Quien más capitalizó la movida fue el saxofonista de jazz Stan Getz. Su disco Jazz Samba (1962), junto al guitarrista Charlie Byrd, fue todo un éxito y motivó una continuación, Jazz Samba Encore! (1963), ahora con el guitarrista brasileño Luiz Bonfá. Llegó entonces, para Getz, la ocasión de compartir un trabajo con el máximo exponente de la bossa nova, João Gilberto, que se lanzó en 1964. Como el disco traía un potencial de hit, «Garota de Ipanema», de Tom Jobim y Vinícius de Moraes, los productores incluyeron la letra en inglés. El inglés de João era ...
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