El testimonio del general (r) Pedro Aguerre
La exculpación de Héctor Amodio Pérez, intentada en estos días bajo el pretexto de combatir la fábula que algunos dirigentes tupamaros construyeron sobre su “orga”, olvida que la conducta de esta persona resultó de gran utilidad para quienes querían abatir un relato que nos involucra a todos: el de la defensa de la democracia.
Héctor Amodio Pérez sostiene en la primera y más extensa de sus cartas que su decisión de colaborar con la represión sucedió después de que la Policía ubicara a la Cárcel del Pueblo, el 27 de mayo de 1972, cuando a su entender “el mln estaba en un callejón sin salida” y él preso en el Batallón Florida, cuyo jefe de inteligencia, Carlos Calcagno, le habría advertido: “Hay detenidos que dicen que estás cantando. Si te ma...
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