Mientras Lula apela su condena por corrupción en los tribunales, es el político más popular en Brasil. A las clases populares les interesa menos la corrupción y mucho más su situación social. Al sociólogo Jessé Souza le gusta provocar y polemizar. Sus críticas a la izquierda por discutir la corrupción en Brasil desde una perspectiva moralista y no estructural le han valido muchos detractores. Pero ese enfoque, insiste, oculta el poder económico que la genera.
Desenmascarar las narrativas que, desde hace casi un siglo, sostienen que el brasileño es emotivo y corrupto. Desbaratar ese dispositivo montado para invisibilizar a las elites económicas en su afán de hacer crecer el capital, usando a la clase media para perpetuar una sociedad desigual desde sus orígenes. A esto viene dedicándose Jes...
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