La investigación antropológica de un antiguo centro clandestino de tortura en Canelones, próximo a convertirse en sitio de memoria, reafirma que la lógica represiva de la dictadura no fue la misma en todos los rincones del país. La formación de quienes practicaban la tortura y el vínculo entre secuestrados y represores son algunas de las características que distinguen a Los Vagones de los centros clandestinos de la capital.
Año 1976, faltaba
poco para la primavera. Caminaba por la plaza cuando sintió el caño del
revólver en sus costillas. Dos policías vestidos de civil lo empujaron hasta
una combi y le taparon los ojos con la bufanda que llevaba. La noche estaba
fresca. Prestó atención al sentido de la marcha de la camioneta y a las veces
que doblaba, hasta que se desorientó. El vehículo s...
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