Un ataque impositivo frontal a las grandes fortunas y la fuerte inversión en políticas sociales son el centro de la campaña de dos de los tres candidatos con mayores chances a quedarse con la postulación demócrata de 2020. Con creciente apoyo entre los más jóvenes, la palabra “socialismo” vuelve al ruedo tras décadas de ostracismo en la primera potencia mundial.
La carrera por ocupar
el vacío generado por la derrota de Hillary Clinton en las presidenciales de
2016 presenta ya la insólita cifra de 25 aspirantes. La inédita fragmentación
es propia de un Partido Demócrata en plena renovación, con figuras emergentes
que miden fuerzas de cara al armado de un eventual nuevo gabinete y la
renovación de un tercio del Senado. Difícilmente se sostenga este escenario
hasta el comienzo de las primaria...
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