Un día como hoy, pero de hace cien años, seguro que al abuelo también se le marcaban las ojeras en la cara. Pasaba entonces las horas en el Smolny, un local que había sido creado como escuela para niñas bien, pero funcionaba en la época revolucionaria como cuartel bolche: allí estaban el sóviet de Petrogrado y el Comité Militar Revolucionario, creado por Trotsky en esos días. Ocho meses habían pasado desde el derrocamiento del zar y el partido bolchevique había crecido exponencialmente desde entonces, a fuerza de recoger los mandatos populares: tierra para los campesinos, control obrero de las fábricas y la paz en condiciones democráticas, con la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial.
Decenas de miles de organizaciones populares activaban la vida política: estaban, claro, los sóviet...
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