El 17 de noviembre el Centro Social La Paz fue escenario de una nueva y auspiciosa convocatoria de Diálogos para la Vida. El conversatorio se tituló «Pobreza infantil cero. Diálogo por la vida. Tender puentes, construir alternativas», el panel estuvo integrado por el doctor Uruguay Russi, la economista Alejandra Picco, el doctor Daniel Borbonet, la doctora Jacqueline Ponzo y fue moderado por el periodista Daniel Castro. La primera experiencia de construir puentes de diálogo humanitario se había llevado adelante en plena pandemia, bajo el auspicio del sacerdote Paul Dabezies. Con el mismo espíritu de reunir a actores de diversas opiniones, disciplinas y credos, se dieron cita esta vez para promover otra convocatoria humanitaria impostergable.
«Datos recientes muestran que la pobreza infantil se está incrementando dramáticamente. No se trata de pensar solamente en qué país le dejamos a las generaciones futuras, sino en qué niños y niñas necesita el país para su crecimiento y desarrollo con equidad, sostenibilidad, humanismo y soberanía», alertaba la convocatoria. Las múltiples intervenciones de los participantes, algunas de representantes de organizaciones sociales con trabajo en territorio, señalaron que ha llegado la hora de pasar de palabras e intenciones a decisiones de políticas públicas y movilización ciudadana para abatir esta ignominia: Uruguay tiene 22,5 por ciento de pobreza infantil. Uno de cada cinco niños o niñas son de hogares pobres, con déficits alimentarios graves.
La población de Uruguay son 3 millones y medio, pero con 12 millones de vacas y 6,5 millones de ovejas, carne y alimentos no faltan. Uruguay XXI informó en enero de este año: «Tanto en volumen como en precios, las exportaciones uruguayas marcaron en 2021 un récord histórico alcanzando los 11.314 millones de dólares».1 A fines del año pasado, se informaba –según declaraciones de Conrado Ferber, titular del Instituto Nacional de Carnes– que, «en los primeros diez meses del año, 2.300 millones de dólares en el sector cárnico, 53 por ciento más que en igual período de 2020. Se vendieron 530 mil toneladas, cifra que supera el récord alcanzado en 2006».2
EL QUE A HIERRO MATA A HIERRO MUERE
El doctor Daniel Borbonet, grado 5 de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, profesor titular del Departamento de Neonatología del Pereira Rossell, fue conciso y contundente. Citó un estudio en 188 mujeres gestantes en el Pereira Rossell, en el que se tomaron muestras del cordón umbilical que demuestran la falta de hierro en los recién nacidos relacionada con un déficit de carnes en la alimentación de las mamás. Según el documento, «el bajo consumo total de hierro y carne vacuna durante el tercer trimestre de gestación determina niveles descendidos de ferritina en el cordón umbilical, lo que está asociado a un mayor riesgo de inadecuado desarrollo neurocognitivo y a que el proceso de mielinización de las neuronas se haga en forma incorrecta –es como si un cable que transmite información no tuviera un recubrimiento seguro y uniforme (la mielina), lo que no permitiría que pase la información–. Es importante que este proceso de mielinización, que comienza en el segundo trimestre de la gestación y dura a lo largo de toda la vida, se produzca de manera adecuada para que, luego, los estímulos nerviosos que nuestro cerebro envía a través de las neuronas circulen de forma correcta, contribuyendo al neurodesarrollo de nuestros niños».3
En el Hospital Pereira Rossell nacen 5.900 bebés por año, 12 por ciento son prematuros, niños y niñas con déficit en el sistema neurocognitivo, que tendrán un desempeño deficitario en su proceso educativo y que terminarán como jóvenes que no solo abandonan la educación, sino que tendrán graves problemas para su inserción laboral. No es solo un problema de la población pobre. Estas alarmas deberían movilizar todas las conciencias, incluida la de empresarios prósperos, que deberían tener un pensamiento estratégico con visión de reproducción ampliada del capital. Estos niños y niñas que hoy son pobres de toda pobreza serán futuros consumidores (o no), trabajadores calificados (o no). Quizás, a causa de esa desigualdad, saldrán al arrebato de la porción del PBI que se les niega. El debate hace a la convivencia pacífica en todas sus dimensiones.
FONDO POBREZA INFANCIA CERO
Hablar de reforma tributaria, mencionar la palabra impuestos parece hoy sacrílego. La derecha liberal ha logrado sacarla de la agenda pública y satanizarla,4 a pesar de que organismos financieros internacionales –luego de la crisis de 2008 y de la pandemia– han intensificado la preocupación por la evasión tributaria, la corrupción y sus correlatos financieros, y promueven leyes tributarias más justas y equitativas, que conserven los equilibrios económicos y sociales.
En Uruguay, frente a la pandemia, se creó el Fondo Coronavirus. La iniciativa gravó los salarios altos de la administración pública, negándose rotundamente a gravar los ingresos privados u otras fuentes (depósitos bancarios acá y en el extranjero). En tanto, la pobreza infantil es una emergencia nacional. Está justificada la necesidad de crear un fondo especial para atacarla. Con nuevos impuestos. Sí, nuevos impuestos mientras dure la emergencia. Más justos y equitativos, que recauden entre los que más ganan y más tienen.
Mientras tanto, hay algunas iniciativas que merecen destaque. Subrayo los aportes de las organizaciones de la sociedad civil que crearon la Plataforma para la Infancia y Adolescencia (Asociación Nacional de ONG, Asociación Uruguaya de Educación Católica, Comisión de Derechos del Niño Uruguay, Federación de Instituciones de Protección y Acogimiento de la Niñez y Adolescencia, Red Cuidados) y las actividades referidas por la Red de Primera Infancia del Municipio A. La profesora Gabriela Garrido, directora de Desarrollo Humano y Cohesión Social del gobierno de Canelones, y con trayectoria en el tema, propuso la promoción de una ley específica sobre infancia pobreza cero. (Hay que recordar que el programa Canelones Crece Contigo se desarrolló a pesar de miradas desalentadoras y hoy cuenta con más de 100 CAIF, con equipos en territorio trabajando y acompañando. Porque la clave no solo son los recursos, sino el acompañamiento y las coordinaciones territoriales.)
La doctora Cristina Lustemberg, que estuvo al frente del exitoso programa Uruguay Crece Contigo, ha promovido, también, un proyecto de ley que esperemos –si se me permite la ironía– sea de urgente consideración.
Es posible la pobreza infantil cero. Es de las utopías reales, al decir del pensador Erik Olin Wright.5 Hay puentes tendidos, experiencias acumuladas, hay voluntad realista de mucha gente. Falta decisión y voluntad política. Falta coraje para romper el tabú instalado de no mencionar siquiera la palabra impuestos. Pero se puede. Es ahora.
1. «Uruguay bate record histórico en cifras de importaciones», Uruguay XXI. Disponible aquí.
2. Información disponible aquí.
3. «Relación entre el consumo materno de carne vacuna durante el embarazo y los niveles de ferritina en el cordón umbilical», varios autores, Archivos de Pediatría del Uruguay, vol. 92, n.º 2, 2021.
4. Buenas noticias. Al momento de escribir se dio a conocer un documento elaborado por Carlos Grau Pérez, Fernando Lorenzo y Gustavo Viñales Guillama, del Laboratorio Fiscal y Tributario: «Aportes para una reforma tributaria de segunda generación en Uruguay». Disponible aquí.
5. «Nuestra verdadera tarea es tratar de pensar instituciones que sean capaces de cambios dinámicos en sí mismos, de responder a las necesidades de la gente y de evolucionar en ese sentido, en lugar de imaginar instituciones tan perfectas que no necesiten cambio posterior alguno». Traducción propia. Erik Olin Wright, Envisioning Real Utopías, Verso, Londres, 2010.