El cuerpo estaba boca abajo, cubierto de cal, a unos 20 o 40 centímetros de profundidad. Por eso, cuando la pala de la retroexcavadora levantó la tierra de la trinchera 405, parte del cuerpo –incluido el cráneo– salió a la superficie. Los antropólogos iniciaron en forma inmediata el trabajo de recuperación de los restos de quien se presume que es un detenido desaparecido; la mayoría estaban en el terreno, otros habían quedado en el tacho de la retroexcavadora, por lo que se hicieron dos excavaciones manuales.
El hallazgo de restos en las entrañas del Batallón 14 renovó la expectativa sobre la dificultosa búsqueda de detenidos desaparecidos en predios militares. «Me cuesta hablar, es la seguridad de que los vamos a encontrar a todos, de que más tarde o más temprano nos vamos a reunir con to...
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