Cuando Pocitos era bajo, cuando 18 de Julio parecía una avenida parisina (con sus ornamentadas fachadas, el característico revoque símil piedra y las imponentes mansardas), cuando había un cine en cada barrio, cuando todavía existía La Giralda. Lo primero que puede atraer de Arquitecturas ausentes de Montevideo es la evocación del fastuoso pasado edilicio de esta ciudad que adoptó el cosmopolitismo como signo de identidad.
Sin embargo, ese no es el sentido que sus autores quisieron darle a la publicación. Y sí el de trascender la nostalgia y avanzar en una reflexión, pendiente en el país, que busca fijar una armonía posible entre progreso material y legado cultural, y que intenta advertir sobre la pérdida patrimonial (también en términos económicos) de una sustitución edilicia no planifica...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate