Superheroína sin capa - Semanario Brecha
Teatro. En la Sala Atahualpa: Roja

Superheroína sin capa

DIFUSIÓN

Esta pieza de teatro infantil se inspira en el clásico Caperucita roja para revisitarlo y alejarse radicalmente de su anécdota. El trabajo de dramaturgia está a cargo de Vanessa Cánepa, quien ya viene trabajando con el teatro infantil desde hace varios años en el colectivo Casiopea, buscando una profundidad conceptual que no subestime la capacidad de los niños para reflexionar sobre diversas temáticas. Aquí se parte de un personaje y una historia muy conocidos para transitar por otra anécdota que, aunque mantiene algunos rasgos de la original, los trae a un hoy que transcurre en Montevideo y conforma una nueva lectura que funciona como una especie de precuela.

En este caso, Cánepa escribe con Agustín Urrutia, quien además dirige la puesta. El trabajo de escritura nace de un proyecto que busca realizar una colección clásica a partir de textos narrativos de la literatura universal. En este primer proyecto, una niña escolar viaja con una amiga en ómnibus hacia la escuela y la pierde en el camino. Esa pérdida, que en una primera instancia no parece extrañar al mundo adulto que las rodea, es el motor que impulsa una búsqueda detectivesca, en la que aparecen varios personajes que son interrogados para poder resolver el problema. A partir de este nuevo contexto, Ella, el personaje interpretado por Valentina Vaccargiu, reflexiona sobre los motivos que pueden haber causado esta desaparición mientras indaga en ese mundo adulto que parece no ser capaz de enfrentar la situación.
Junto con Ilana Hojman, que se transforma pronto en su Watson, irán atando los cabos que las conducirán a encontrar y recuperar a su amiga sana y salva. En ese tránsito y en esa búsqueda aparecerán un vecino, una directora de escuela y un conductor de ómnibus que, dibujados tras máscaras y pelucas (en un delicado trabajo de Mavi Amigo), pueden recordar y referir a personajes de la historia clásica, como la abuelita, el cazador y el lobo. Este concepto de reelaboración se traslada a la escena desde las cajas de cartón que delimitan y forman parte de la escenografía, a cargo de María Florencia Guzzo, que se mueve y se transforma para crear tanto árboles como sets televisivos en un entorno fuertemente lúdico. Destaca la ductilidad gestual y el trabajo actoral de Leonardo Martínez para generar un nexo con la platea infantil mediante el humor y la complicidad.

Cabe aclarar que las puestas del colectivo buscan lograr piezas en las que los adultos también sean el público objetivo. Por ello, mucho de lo que en la escena se expresa entrelíneas acerca de la condición de género, la situación de vulnerabilidad de las mujeres y la fuerza del empoderamiento busca ser un disparador para que madres y padres puedan, luego de ver la obra, generar intercambios con las infancias sobre los dilemas que acompañan a los personajes. La pieza es recomendada para niños a partir de los 6 años y va los sábados y los domingos a las 15 horas.

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