Tapalo con plata - Semanario Brecha
Israel y su aparato de propaganda para ocultar el genocidio

Tapalo con plata

Frente al consenso de los expertos de que comete un genocidio, Israel redobla su campaña de propaganda y acusaciones de antisemitismo.

Ataque aéreo israelí en la ciudad de Gaza, el 13 de setiembre. Xinhua, Rizek Abdeljawad

El gobierno de Israel destina millones a difundir en plataformas digitales noticias falsas sobre restaurantes y mercados rebosantes de comida en Gaza, así como a patrocinar visitas de influencers y medios extranjeros a los que se les muestra una realidad edulcorada, según una reciente investigación de medios europeos.

Israel debe ser una «super-Esparta», según su primer ministro, Benjamin Netanyahu. En un discurso histórico ante una conferencia del Ministerio de Finanzas, el prófugo de la Corte Penal Internacional reconoció este lunes «el cierto aislamiento» que empieza a acechar a Tel Aviv y la necesidad de que su país redoble su histórico militarismo y pase a ser una «economía con características autárquicas». Además de convocar a la autosuficiencia industrial y armamentística, insistió en que existe una conspiración mundial contra Israel, que «debe invertir fuerte en contramedidas, en particular en operaciones de influencia en medios de comunicación y redes sociales».

«Son proxies de Hamás, conocidos por sus posturas antisemitas y cuyas espantosas declaraciones sobre los judíos han sido condenadas a nivel mundial», dijo esta semana la cancillería de Israel sobre los tres expertos en derecho internacional que encabezaron hasta julio
una Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU para los territorios palestinos. La comisión, establecida en 2021, presentó sus resultados este martes: «Se está cometiendo un genocidio en Gaza», fueron las palabras de su presidenta, la exjefa de derechos humanos de la ONU y presidenta del tribunal internacional sobre el genocidio de Ruanda, Navanethem Pillay. La comisión encontró que Israel comete en Gaza cuatro de los cinco tipos de actos genocidas definidos por la convención de 1948: matar a miembros de un grupo, causarles graves daños físicos y mentales, infligir deliberadamente condiciones destinadas a destruir al grupo e impedir nacimientos. También señaló las múltiples declaraciones de líderes israelíes y los patrones de conducta de sus fuerzas armadas que indican la intención de cometer actos genocidas.

«Nos tomó dos años recopilar toda la información y establecer los hechos, verificar si realmente ocurrieron», dijo Pillay al presentar el informe de más de 70 páginas. Allí se expone el asesinato y las lesiones de decenas de miles de civiles palestinos, la destrucción sistemática de infraestructura civil y el establecimiento de un bloqueo de alimentos y medicinas que ha provocado una hambruna generalizada en Gaza y muertes masivas por enfermedades curables. «Fuerzas de seguridad israelíes dispararon y asesinaron a civiles, incluidos niños que portaban banderas blancas. Algunos menores, incluidos niños de entre 1 y 3 años, recibieron disparos en la cabeza por parte de francotiradores», se lee en uno de los pasajes más duros del documento, que coincide con denuncias de médicos que han participado de misiones humanitarias en Gaza.

TOURS, INFLUENCERS, VISITAS

«Los visitantes provendrán de diversos ámbitos, incluyendo cultura, arte, tecnología, economía, seguridad, gobierno, academia, educación, turismo, entre otros, con el fin de mejorar la imagen de Israel a nivel mundial.» En febrero, la cancillería de Israel publicó una convocatoria pública para contratar una empresa privada que le preste servicios de consultoría para ayudar al gobierno a llevar 10 mil visitantes a Israel en 2025, como parte de sus iniciativas de diplomacia y relaciones públicas. La finalidad del contrato, según la cartera, es mejorar las relaciones internacionales y fortalecer los lazos con líderes de opinión, y la consultora debe brindarle apoyo a la cancillería en «el seguimiento posterior a las visitas y la recopilación de comentarios, con el fin de que las misiones diplomáticas israelíes en el extranjero puedan gestionar mejor las relaciones existentes».

La licitación aparece consignada en una reciente investigación que muestra, además, que, para este semestre, Israel invirtió al menos 167 millones de séqueles (50 millones de dólares) en un convenio con Google (y su propiedad YouTube), la red social X, así como plataformas publicitarias francesas e israelíes, destinados a propagar «noticias», videos y publicidades que niegan la existencia de la hambruna en Gaza. Así lo reveló este martes un informe de Eurovision News Spotlight, una alianza de verificación liderada por la Unión Europea de Radiodifusión, que contó con la participación de medios públicos de Alemania, Austria y Bélgica. Según la investigación, «la cancillería israelí pagó deliberadamente para insertar estos contenidos en los feeds de los usuarios de varios países». Se trata de «narrativas cargadas de emotividad meticulosamente planificadas y ejecutadas», muchas de ellas centradas en mostrar supuestos mercados gazatíes repletos de comida «para contrarrestar los informes sobre la hambruna».

El convenio de los 50 millones es solo el último de su tipo. Vigente de junio a diciembre de este año, viene a reforzar una estrategia por la que Israel ya lleva diseminados desde enero «más de 4 mil anuncios (el 50 por ciento de los cuales estaban dirigidos a un público internacional)». La investigación, titulada El nuevo frente de guerra: detrás de la ofensiva digital de propaganda de Israel, señala cómo la campaña también va dirigida contra organismos internacionales: Israel ha gastado millones para que en varios países, al buscarse la palabra UNRWA en Google, aparezcan en los primeros lugares enlaces a sitios que califican a la agencia humanitaria de la ONU de «brazo de Hamás». La relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, también viene siendo objeto de una campaña de publicidad en la que se la acusa de antisemitismo, señala la investigación de medios europeos.

En cuanto a las visitas internacionales, Tel Aviv está dedicando ingentes fondos en tours pagos a Israel a influencers y comunicadores de distintos países. El 15 de agosto, un contingente de influencers estadounidenses visitó el país en un viaje organizado por Israel 365, un grupo de lobby que recibió un contrato sin licitación por 70 mil dólares de manos de la cancillería israelí a los efectos de organizar el viaje, según informó el portal de investigación estadounidense Axios. Los tours como este se han multiplicado en los últimos meses. Uno de sus participantes dijo a Eurovision News Spotlight que tanto el itinerario como los diálogos que los visitantes mantienen son planeados «con atención a cada detalle para promover una narrativa específica: que Israel no es responsable de la crisis humanitaria, y para impedir que los periodistas vean la situación completa en el terreno». El caso guarda similitudes con la reciente visita a Israel de los medios uruguayos El País, El Observador, Búsqueda, Canal 12, Canal 4, Canal 10 y VTV (véase «Orientados», Brecha, 15-VIII-25).

Sin presentar pruebas, en su discurso del lunes Netanyahu señaló a Qatar y China como responsables de un «bloqueo mediático financiado con grandes sumas» para «distorsionar la reputación de Israel», una acusación que le valió airadas respuestas de representantes de ambos países. El líder israelí sindicó a las minorías musulmanas en Occidente, a los defensores de la «ideología extrema del antisionismo» y a los poderosos intereses extranjeros por intentar «influenciar a los líderes y medios occidentales». No hay mejor defensa que un buen ataque.

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