El acta institucional número 3, de setiembre de 1976, fue el último avance del gobierno dictatorial sobre el Poder Judicial. Con ese decreto se creó el Ministerio de Justicia como encargado de coordinar las relaciones entre el gobierno y el Poder Judicial; por fuera quedó la justicia militar, que se mantuvo en manos de las Fuerzas Armadas. Como ministro asumió el abogado Fernando Bayardo Bengoa, quien ejerció como fiscal de Corte antes y durante el golpe de Estado; todas sus autoridades eran civiles.
En los hechos, con este decreto se eliminó la autonomía y la independencia del Poder Judicial, que recién fueron recuperadas con la vuelta de la democracia. Desde entonces, el ministerio quedó ligado a la dictadura, fue sinónimo de autoritarismo, de violentar la independencia judicial. Sin emb...
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