Era junio y hacía frío. Jorge Pedreira Brum acompañó a un amigo a la estación Merlo, del ferrocarril Sarmiento, en Buenos Aires. Nunca más volvió. A la mañana siguiente, su hijo, Eduardo Pedreira, recorrió los alrededores en bicicleta, pero no lo encontró. Corría 1978. Eduardo nunca creyó que el destino de su padre sería un osario común junto a otros 120 cuerpos en el sector Tierra Gratuita del cementerio Grand Bourg, a unos 25 quilómetros de la capital argentina.
Los nuevos datos sobre el caso son fruto del trabajo del equipo de investigación de la Institución Nacional de Derechos Humanos (lNDDHH). Según la investigación –que comenzó hace aproximadamente un año–, Pedreira Brum desapareció los primeros días de junio de 1978 y, según consta en el libro de ingreso diario del Cementerio Parqu...
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