El profesor Carlos Julio Pereyra y el doctor Jorge Batlle fueron los principales blancos de la inteligencia policial y militar entre agosto de 1980 y diciembre de 1984, cuando la dictadura se vio forzada a encarar primero la reforma de la Constitución, luego las elecciones de los partidos políticos y finalmente las elecciones nacionales de 1984, con partidos y dirigentes proscriptos.
Numerosos documentos en poder de Brecha, tanto del Servicio de Información de Defensa (Sid) como de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (Dnii), detallan la manera en que se procesó el control de la actividad política cuando la coyuntura impuso a los militares la necesidad de autorizar gradualmente la realización de reuniones y actos y la difusión de opiniones.
El control político durante el per...
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