Luego de la publicación del artículo «Bajo la cruz» en este semanario, referido a un abuso espiritual y sexual perpetrado por el párroco William Gadea, la diócesis de Salto emitió un comunicado de prensa en el que omite su nombre y promete investigar el caso. La víctima es Damián Cano, quien se comunicó con Brecha antes del cierre de esta edición debido a un sobre que cruzó de Salto a Barcelona en forma inconsulta.
El breve documento expresa el interés de la diócesis salteña en investigar «los hechos», es decir, los abusos de Gadea que quedaron eclipsados hasta la publicación del artículo citado. El excura, fallecido en 2014, cuenta con una placa conmemorativa en la costanera de Salto.
Así como a los 11 años Damián dijo no, escondiéndose en un armario, a los 40 pide respeto. Según él, luego de manifestarle tres veces a su familia que no quería tener contacto con nadie de la Iglesia católica, tres veces debió soportar la «invasión» del obispo de Salto con un pedido de disculpas que, para él, no tiene ningún sentido: «Para mí ya está. Aunque a partir de esto surgen igual más casos. Porque estoy cien por ciento seguro de que no soy la única persona».