Recibimos y publicamos: Sí, al sionismo es mejor no mirarlo (como Medusa, petrifica) - Semanario Brecha
Recibimos y publicamos

Sí, al sionismo es mejor no mirarlo (como Medusa, petrifica)

Los abajo firmantes rechazamos el sumario y la prohibición de ingreso a la facultad durante seis meses impuestos al estudiante Nicolás Bonilla Henderson por el Consejo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), a propuesta del decano, Pablo Martinis, y al cabo de una investigación de urgencia ordenada por este. El estudiante es acusado de haber colocado carteles «amenazantes» hacia la comunidad judía porque en estos se leía: «Te estamos mirando, sionista». Este aviso obedecía a que los afiches de un acto a realizarse en la FHCE contra el genocidio en Gaza venían siendo sistemáticamente arrancados, a pesar de que los responsables de la vigilancia del edificio habían sido advertidos por los organizadores del acto y el hecho denunciado públicamente, sin que la institución tomara cartas en el asunto.

Nuestro rechazo se funda en:

1. Una extensa bibliografía de investigación universitaria distingue entre judaísmo –una tradición cultural y religiosa milenaria– y sionismo –una política concebida a fines del siglo XIX y destinada a proveer de tierras palestinas al pueblo judío europeo–. Muy lejos de la exhaustividad y limitándonos a autores judíos actuales, podemos nombrar a Noam Chomsky (Estados Unidos), Norman Finkelstein (Estados Unidos), Ilan Pappé (Israel), Gerardo Leibner (Uruguay-Israel), Ariel Feldman (Israel-Argentina), Gideon Levy (Israel) y Silvana Rabinovich (Argentina-México).

2. El sionismo, en tanto que política del Estado de Israel, ha sido reivindicado en numerosas oportunidades en los últimos años, en particular, desde el 7 de octubre de 2023. De hecho, el sionismo aparece como la justificación de lo que el historiador Ilan Pappé llama la ethnic cleansing, la limpieza étnica que dio lugar al desplazamiento y el exilio de 760 mil palestinos habitantes de Palestina, hace 75 años.

3. El sionismo, igualmente, aparece como la justificación de los bombardeos en la Franja de Gaza, así como de la represión incesante en Cisjordania y en Jerusalén oriental. El poder destructor de vidas de estos bombardeos, especialmente de niños y mujeres, ha llevado a António Guterres y a diversas autoridades de la ONU a pedir un cese de fuego inmediato frente a la catástrofe humanitaria que se desarrolla ante nuestros ojos. Conocemos el mote de «antisemita» que endilgó el gobierno de Israel hasta al mismísimo António Guterres, luego de atreverse a pedir un alto el fuego inmediato.

A través de diversos canales, el mundo, es decir, nosotros, miramos impotentes y desolados el avance de la destrucción en Gaza, en Cisjordania y en Jerusalén oriental.

En estas circunstancias, el sumario y la prohibición de ingreso a la facultad al estudiante Nicolás Bonilla Henderson constituye un triple despropósito:

1. Como numerosas fuentes dejan constancia, el sionismo y sus efectos destructores de vidas palestinas son hoy objeto de condena por una parte importante de la población mundial; una porción inestimable de habitantes del mundo diariamente estamos mirando el genocidio en curso.

2. Mirar y decir que se está mirando es un recurso disuasivo de uso corriente («Lo estamos filmando»); en este caso, se pretendía que cesara en el edificio de la facultad la arrancada de carteles que invitaban a un acto en contra del genocidio en Gaza, acto al que asistió la señora embajadora de la Autoridad Nacional Palestina, entre otras personas conocedoras de la historia y de las circunstancias actuales de Palestina.

3. La instrumentación de un sumario no es un acto que promueva la convivencia, la discusión y el entendimiento, sino que es un acto que directamente acusa para luego generar las pruebas, y tan es así que antes de generarlas ya está expulsando a uno de los implicados. En este caso, la resolución de sumariar no pone de manifiesto ningún interés por generar un clima de entendimiento entre las partes; por el contrario, solo se percibe un interés persecutorio que acalle la distancia.

El castigo ya impuesto al estudiante –la prohibición de entrada a la facultad y el inicio de un sumario– es violentamente atentatorio del espacio público, al sancionar la expresión de rechazo al sionismo, rechazo hoy presente en el mundo y en la FHCE. Esto es particularmente violento al producirse en una facultad en donde las humanidades y la educación constituyen su sentido. ¿Qué humanidades y qué libertad de expresión se pretenden así enseñar?

¿Qué sería del mundo, de Palestina y de todos nosotros si de manera constante pesara el temor al castigo, cuando de ejercer el derecho a la libertad de expresión se trata? #

Alma Bolón, Lucía Lewowicz, Daniel Rinaldi, Aldo Mazzucchelli, Lindsey Cordery, Francisco Bustamante, Silvana Rabinovich, Enrique Rajchenberg, Alma Pedretti, Inés Trabal Luisi, Walter Ferrer, Claudia Rodríguez, Dra. Prof. Ana María Araújo, Fernando Andacht, Yamandú Bermúdez, Martín Randall, Lic. Agustín Haller, Federico Kreimerman, Diego Julien, Rosario Cavagnaro Óbez, Mariela Michel, Fernando García Tabeira, Raúl Gil Alliaume, Beatriz Violeta Lafuente Vázquez, Shirley Porteiro, Ana Guarnerio, Andrés Stagnaro, Delia Sánchez, Walter Kruk, Carlos Pastore, Lil Sclavo, Roberto Olalde, Antonio Trabal, Mónica Riet, Amelia López, Waldir Tabárez, Renée Trabal, Tabaré Gonella, Daniel Albernaz, María Gravina, Damián Baccino, Alfredo Fonticelli, Valentina Ibarlucea, Cecilia Gianluppi, María Herrera, Rosalba Hunter Indart, Federico Defranco, Orestes Kyrgiakis, Silvana Rodríguez, Federico Cabeza, Cristina Marra, José W. Legaspi, Walter Diconca.

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