Era sábado y pasaba el mediodía cuando la paz noticiosa se cortó con la información de que Salomón Vilensky había renunciado a su cargo de asesor honorario de la Oficina de Innovación que la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) había abierto en Jerusalén en diciembre de 2024, cuando el gobierno de Luis Lacalle Pou daba ya sus últimos estertores. Vilensky se había enterado por el diario del viernes del impasse dispuesto por el gobierno de Yamandú Orsi a la instalación de la oficina. Luego de comunicarse con el actual presidente de la ANII, Álvaro Brunini, y de presentarle su carta de renuncia, difundió públicamente su desacuerdo. Hasta ese momento la información que se conocía era la dada por el propio Brunini (quien dijo que la decisión se tomó en conjunto con el Poder Eje...
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