Nada nuevo bajo el sol, si se repasan las decenas de películas sobre la mafia siciliana (o neoyorquina) que una guarda en el disco duro. Pero no deja de erizar los pelos. El pasado 22 de febrero detuvieron a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, más conocido como “el Chapo”, el narcotraficante más buscado del mundo. Era al parecer el cabecilla del cartel del Pacífico, o de Sinaloa, o de la también llamada “Alianza de sangre”. Y hay que decir “al parecer”, porque todo es relativo en esa espesa red del crimen organizado, donde en definitiva nunca se sabe quién es el verdadero comandante ni quién ha descendido al descubierto estatus de peón. De inmediato comenzaron a aparecer pronósticos de sucesores en los principales periódicos del mundo. Primero, la cuestión estaba entre el presunto lugartenie...
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