“Aires de esperanza”
Esta película1 podría ser tomada como una clásica “película de amor”, y además, de las antiguas. Que Frank (Josh Brolin), un evadido de la prisión aprovechando una operación que lo llevó al hospital, llegue a la vida de Adele (Kate Winslet), una viuda solitaria que vive en una desgastada casa semirrural con su único y casi adolescente hijo Henry (Gattlin Griffith), y se convierta casi de buenas a primeras en el que ocupa ese vacante lugar del padre-marido tiene los visos de los romances más convencionales. Porque Adele es una mujer devastada –a lo largo de la película se verá por qué–, Henry es un chico particularmente maduro y sensible, y Frank un bad good boy de esos que el viejo Hollywood supo prodigar con creces.Un poco desconcertante resulta que quien dirige este...
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