Con Francis AlÿsHace muchos años en una bienal de arte di con una postal cuyo motivo eran unos zapatos de gruesa suela a la que se habían adherido toda suerte de clavos, tornillos y arandelas. El portador de esos zapatos era el arquitecto Francis Alÿs (Bélgica, 1959) que los había imantado para recorrer las calles de La Habana. Fue aquella una de sus primeras acciones en que la más simple movilidad guiaba sus pasos con una inercia parecida al absurdo. Inercia, pulsión, devenir que a la postre se carga de sentidos encontrados y vueltos a perder bajo una capa de oscuras inmanencias poéticas.
Desde entonces, Alÿs ha desplegado una caminata ascendente por el campo del arte (Narcoturismo 1996, A veces hacer algo lleva a nada, 1997, Canción para Lupita 1998, Cuando la fe mueve montañas 2002, B...
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