Lo de los hermanos Dardenne es sorprendente y sería único en el panorama europeo si Michael Haneke, ese otro genio, no estuviera también en la vuelta. Cuando todos creemos que la última película de ellos es insuperable, aparece una nueva aún mejor que la anterior, acercando a los creadores a un plano que ya roza lo extraterrenal. Dos días, una noche es la imponente odisea y la lucha a brazo partido de una chica (Marion Cotillard, de lejos la mejor actriz de las nominadas a los Óscars de este año) por conservar su trabajo, en un recorrido en el que deberá batallar contra los egoísmos individuales, la injusticia laboral y, sobre todo, contra su propia depresión. La situación límite presentada, compleja, dolorosa y profundamente incómoda es abordada con todos los matices necesarios y un human...
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