La tradicional marcha en ocasión de un nuevo aniversario del golpe de 1976 vuelve a ser de lucha para los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales argentinos. El macrismo insiste en limar lentamente los logros de una década en materia de impunidad frente al terrorismo de Estado. Lo hace a paso firme, seleccionando aliados y golpes precisos, con un discurso de doble moral a partir de la visita de Barack Obama.
“El 22 se termina el curro”, decía la pintada sobre la Mansión Seré, un ex centro clandestino de detención convertido en Casa de la Memoria, en la localidad de Morón, al oeste del Gran Buenos Aires. En ese municipio en octubre ganó la intendencia el macrista Ramiro Tagliaferro y el 22 de noviembre Mauricio Macri obtuvo el acceso al balotaje presidencial por escaso marg...
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