—No –dice, y piensa, con el índice detrás de la oreja, como cuando necesita recordar si la calle por la que camina es la que estaba buscando–. No –repite, y agacha la cabeza.
A Expedito nadie de la empresa Samarco, responsable de borrar su historia con barro, le pidió perdón.
Poblador de Bento Rodrigues, un distrito cercano a la ciudad de Mariana, capital del municipio del mismo nombre, conserva algunas cosas de la que fuera su casa. Hoy Bento Rodrigues es nada. Esqueletos de casas, esqueleto de escuela, autos clavados de punta en cualquier lado, barro por todas partes.
EL DESASTRE. El 5 de noviembre de 2015 se concretó lo que muchos vecinos temían. El dique de Fundão reventó. Sin sirenas, señales de alarma ni aviso oficial. Una trabajadora de la empresa fue la que dio el aviso a sus conoc...
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