Desde hace años trabaja en las sombras de la sala de montaje de la productora Coral Cine, hombro a hombro junto al director Sebastián Bednarik. Juntos editaron los documentales Cachila, Mundialito y Maracaná. No es precisamente un trabajo menor, si se tiene en cuenta que para esta clase de películas la edición es una labor particularmente creativa; allí es donde de algún modo va “escribiéndose” el guión, se va creando la estructura narrativa, se decide cuál porción del material filmado quedará, y se termina por dictar el “ritmo” de la película. No se trata solamente de observar detenidamente el material, recopilar, ordenar, priorizar una toma o la otra, descartar lo que no sirve o sirve menos y decidir qué es lo que termina saliendo, sino de definir cuánto tiempo durará cada plano, dónde h...
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