Hace dos años, durante una presentación en el popular show televisivo Saturday Night Live, el comediante estadounidense Louis C K abordó el tema del abuso de menores y lo hizo, claro, a su manera. Primero recordó al pederasta de su ciudad natal: “Yo no le gustaba, eso me hacía sentir un poco mal”. Después se puso en el lugar del supuesto abusador: “Debe ser increíble, por eso arriesgan tanto por hacerlo”. En ese entonces C K ya estaba en la cresta de la ola –su exitosa serie Louie iba por la quinta temporada y sus unipersonales habían alcanzado tres veces el Madison Square Garden, mientras actuaba para Woody Allen en Blue Jasmine– y desataba un nuevo capítulo para una vieja polémica: ¿dónde están, si es que existen, los límites del humor? Para C K está claro: no hay límites y cuanto más c...
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