Fallecieron dos emblemas de las secuelas de la dictadura argentina: un genocida y un juez. Luciano Menéndez mató, torturó y desapareció gente. Leopoldo Schiffrin dedicó los últimos 30 años de su vida a investigar las desapariciones forzadas y a luchar contra la impunidad.
Pocas horas separaron la muerte de un verdugo de la última dictadura militar argentina y la de un juez que buscó reparar el daño causado por ella. El general Luciano Benjamín Menéndez falleció el martes 27 de febrero, y el juez Leopoldo Schiffrin en la tarde del lunes 26. Ambos representaron al Estado argentino, aunque en circunstancias diferentes.
Luciano Menéndez llegó a general del Ejército argentino en 1972, y durante la dictadura, instalada en 1976, se hizo cargo del segundo centro clandestino de detención más cruel ...
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