El título “El último festival” puede sonar a priori a sentencia apocalíptica, pero es en realidad un preámbulo de grandes noticias. Cinemateca Uruguaya estará mudándose este año a una suerte de complejo –con tres salas nuevas que proyectarán en todos los formatos fílmicos y digitales– ubicado en el edificio de la Corporación Andina de Fomento, detrás del teatro Solís. Por supuesto que algunos nostálgicos echarán de menos la inmensa sala Cinemateca 18 y la ya antiquísima sede en Carnelli, con una sala 2 tan pequeña como repleta de historias, pero es sumamente valioso este nuevo comienzo y este camino a emprender. Lejos de ser realmente “el último” festival, este será un festival bisagra, el último en tener lugar en los viejos “templos”, como refiere la campaña publicitaria.
Así, las salas d...
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