Los brasileños mandaron para Alemania uno de los arcos del estadio Mineirão, de Belo Horizonte, donde la selección germana los vapuleó con un histórico 7 a 1 en las semifinales del pasado Mundial.
Dijeron: “Acá no nos hacen un gol más”, y se aseguraron de que así fuera. El arco estará expuesto en el museo del fútbol de la ciudad de Dortmund. La red será dividida en 8 mil pedazos que se venderán a 71 euros cada uno, cifra que simboliza el bochornoso 7 a 1, y el dinero recolectado será dirigido a proyectos sociales en Brasil.
Donde se vendan todos, se recaudarían unos 568 mil euros. Esto es lo que se conoce como “vender cara una derrota”.
De esta manera consiguen convertir la goleada más humillante de su historia en un golazo.
Y si hubieran embotellado el llanto de David Luis en ese partido ...
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