Una de sus criaturas emigró a Finlandia y otras estuvieron multiplicando amigos, por cuarta vez, en una galería de arte limeña. Daniel Tabaré Gonella,¹ carpintero de oficio y artesano de sangre, elabora juguetes con ganas de vivir reparadoras.
—¿Cuál fue la piedra de toque para vincular artesanía y juguetes?
—El reencuentro con ex compañeros de la Escuela de Bellas Artes, que venían elaborando juguetes, pero no tenían un espacio donde trabajar: les ofrecí un galponcito contiguo a la casa donde vivía.
—No terminaste Bellas Artes.
—Hice muchos años; por un lado hubo cosas que no me convencieron, y por otro siempre la tomé como un lugar para aprender, no para conseguir un título. Cumplidos los años introductorios cursé talleres importantes, como el de Anhelo Hernández, el del “Tola” Invernizz...
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