—¿Qué originó este espacio cultural?
—Una primera mirada correspondió al poeta y gestor cultural Elder Silva, quien, atendiendo a las particularidades del Municipio F, consideró que esa locación era ideal para una sala de espectáculos. Luego vino el proyecto de construcción de un intercambiador de transporte capitalino, en el que el espacio que hoy ocupa la sala iba a tener otros usos, hasta que la demanda de vecinas y vecinos, por un lado, y la articulación de distintos programas y divisiones de la Intendencia de Montevideo, por otro, decidieron darle el destino de sala de espectáculos.
—¿Qué programas y divisiones participaron en la decisión?
—El programa Esquinas del Departamento de Cultura, que desarrolla una política descentralizadora de espacios culturales, el Departamento de Movilidad, que gestiona el intercambiador, y la impronta proactiva del Municipio F.
—Tengo asociado a Elder Silva con su cargo de director del teatro Florencio Sánchez durante 18 años; ¿por qué pensaba en locaciones tan alejadas del Cerro?
—Al gestionar un teatro descentralizado, como el Florencio Sánchez, participó y asesoró distintos procesos de descentralización cultural en Montevideo. Fue jurado de concursos en esta área, sobre la que tenía una visión muy inteligente.
—¿Qué otros elementos incidieron para que la Intendencia invirtiera en transformar un espacio multiuso en sala de espectáculos?
—Si bien no estuve vinculado al momento en que se tomó la decisión, la demanda de vecinas y vecinos fue un factor decisivo en las conversaciones, porque no existe una infraestructura como esta en el municipio. Sumado a eso está lo que te contaba, la red de salas culturales descentralizadas que está implementando el programa Esquinas y que integramos junto con el Centro Cultural Terminal Goes y el Centro Artesano, de Peñarol, que está próximo a inaugurarse. Y como también mencioné, fue fundamental el empuje que el Municipio F dio a este proyecto.
—Supongo que obtuviste el cargo de director de la sala por concurso, ¿qué aptitudes te permitieron ganarlo?
—Bueno, efectivamente, estoy en este rol luego de presentarme a un concurso abierto de oposición y méritos, cuyo trámite ocupó todo el segundo semestre de 2019; asumí el cargo el 1 de febrero de este año. La oposición consistió en la presentación de un proyecto de gestión de la sala, que el jurado actuante consideró satisfactorio, y en cuanto a méritos, te cuento que soy licenciado en Gestión Cultural por la Facultad de la Cultura del CLAEH y tengo un título en comunicación social de la Universidad del Trabajo del Uruguay. Vengo desempeñándome en la gestión pública desde 2007, primero, en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático, en la que realizaba tareas de administración, gestión y producción, luego, en la Comedia Nacional, de la que fui productor una temporada, y en el último quinquenio trabajé en la secretaría del Departamento de Cultura, abocado a proyectos culturales. Y en el área privada estuve vinculado a varios emprendimientos teatrales.
—¿Con qué criterios diseñaste tu plan de trabajo?
—Hay dos objetivos que nos interesa cumplir, el más evidente es descentralizar contenidos artísticos que habitualmente disfruta la centralidad de Montevideo y el más desafiante es ofrecer un espacio de alta calidad a colectivos artísticos y artistas de los barrios que componen el Municipio F. Allí hay mucho trabajo para hacer con instituciones y centros culturales afincados en el territorio, en la búsqueda y relevamiento de ese capital humano. La pandemia obligó a reformular la programación de la sala, pero ya abrimos sus puertas y a partir del viernes 18 de setiembre brindaremos actividades gratuitas, respetando los debidos protocolos sanitarios. Por lo que resta de setiembre y octubre, tendremos cine los jueves, música los viernes y sábados, y cine los domingos.
—¿Quién puso nombre a la sala y con qué actividades honrarán a Lazaroff?
—El nombre surgió del intercambio entre vecinas y vecinos, el programa Esquinas y el Municipio F. Todas esas partes entendieron que el Chonchoera un referente muy vinculado a la historia del club deportivo Danubio y a la Curva de Maroñas. El alcalde del Municipio F, a su vez, hizo las consultas pertinentes a los familiares del Choncho, que aprobaron que la sala llevara su nombre. En los camarines tenemos fotos de él y textos suyos referidos a la labor artística; y el próximo 28 de febrero, fecha en la que cumpliría años, planeamos lanzar la temporada 2021 de la sala, con una jornada artística en su memoria.